Los
registros arqueológicos canarios dan buena cuenta del uso de diferentes tipos
de maderas para multitud de usos (leña, material de construcción, fabricación
de distintos utensilios,...), como el drago o la tea (el pino
canario).
Los
aborígenes canarios desconocían los metales, escasos además en las islas, por
lo que todas sus herramientas estaban elaboradas con maderas, piedras o
materiales de origen animal (huesos, cuernos, pieles) o fibras
vegetales (cuerdas,
cestos, etc.).
En
Gran Canaria la importancia de la agricultura es palpable en la multitud de
restos materiales relacionados directamente con la labor agrícola, como por
ejemplo diferentes tipos de estacas, varas y palos para labrar y plantar. Arduas
labores que seguramente se hacían con la participación de toda la comunidad y
en tierras comunales.
Imagen: Candolle, A.P. (1825-1827). Missouri Botanical Garden.